En marzo, my amigos y yo
fuimos a Marruecos para pasar allí un fin de semana. Fuimos con un grupo de
viaje para estudiantes extranjeros en España , que se llama We Love Spain. El jueves por la noche, cogimos un autobús de
Madrid a Sevilla. Llegamos a Sevilla a primera hora de la mañana donde nos
reunimos con el grupo del viaje. Había más de noventa estudiantes, y desde la
Plaza del Cuba, cogimos en otro autobús con destino a Gibraltar. Esa fue
nuestra primera parada. Gibraltar es un territorio británico que está rodeado
por el sur de España. Aquí hicimos un recorrido por el peñón de Gibraltar y
vimos el estrecho de Gibraltar, donde el mar Mediterráneo se reúne con el
Océano Atlántico. Arriba en la roca, visitamos las cuevas de San Miguel y los
monos que viven allí.
Después cogimos un barco par air a Ceuta y desde allí fuimos a nuestro hotel en Tánger. A la mañana siguiente, fuimos a Cabo Espartel, donde montamos en camello en la playa. Al principio me asusté un poco, pero luego fue muy divertido. Después, viajamos al pueblo de Chefchaouen. Este pueblo en las montañas fue mi favorito. Es conocido como la ciudad azul, y casi todos los edificios y casas están pintados en sombras azul, el color sagrado de los judíos que una vez vivieron allí. El color también se representa el cielo.
En nuestro ultimo día, recorrimos la ciudad de Tetuán. Aquí vimos muchos mercados y entramos en una farmacia donde compé aceite de argán. Fue divertido de regatear con los dueños de las tiendas. Por la noche, comimos cuscús, un plato marroquí y probamos su famoso té de menta.
Mi viaje a Marruecos fue
increíble. La gente marroquí era muy simpatica y acogedora. Nunca pensé que
pudiera visitar estos lugares, sin
embargo si que he podido experimentar la cultura árabe. Volvimos a Alcalá a las
siete de la mañana y tuve que ir a clase. Estaba agotada, pero la experiencia
mereció la pena.
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