Fue un viaje lleno de aventura, cultura, comida y ¡sol! Marruecos todavía
tiene un gran parte de mi corazón. Quitando los problemas
con el lenguaje y nuestro Airbnb, fue un viaje
perfecto. Esto fue en gran parte gracias a
nuestro fenomenal anfitrión de Couchsurf: Khalid.
Desde el primer día, Khalid fue perfecto, la hospitalidad
es muy importante en la cultura de Marruecos y Khalid
nos lo mostró. El nos invitó a su apartamento
(cuatro personas más de las que pensaba), nos enseñó todo de Rabat (restaurantes, zumerías, y sitios increíbles),
además nos enseñó todo de Marrakech (nuestro guía turístico), nos hizo una cena deliciosa y, por supuesto, un montón de té. Todo lo que
necesitábamos, el nos ayudó con ello.
Me enamoré de Marruecos.
Fuimos a tres ciudades en tres días. Pasamos
tiempo en Rabat, Casablanca y Marrakech. Todos los sitios eran impresionantes y
distintos. La cultura y el desconocimiento de los lugares: colores, animales,
música, comida, ropa, religión, la gente… Un mundo desconocido que ahora yo
amo. Eso es todo lo que busco en un viaje al extranjero: conocimiento, comprensión, amor, amigos
y comida. Gracias Marruecos, السلام عليكم assalamualaikum- Que la paz sea contigo.
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