Cuando mi hermana del alma no pudo
ir a Granada conmigo porque estaba enferma, decidí ir sin ella. Encontré hoteles
con precios decentes con excelentes valoraciones y un autobús que me llevara.
Mi viaje en autobús no era un mal presagio. Estaban poniendo la película
estadounidense Taken en español. Yo
no te puedo decir la cantidad de veces que Kuma, mi madre, me hizo ver esta película en el último par de
años. Tal vez esta era su única manera de tratar de impedirme tomar malas
decisiones debido a mi pasión por los viajes. Algunas personas se habrían dado la
vuelta después de este augurio. Habrían tomado como una señal de que algo terrible
iba a suceder. Yo no. Yo lo vi como una
película que me gusta…
Me perdí al tratar de encontrar mi camino por
esta ciudad, cuyas calles no parece que tengan sentido. Quería evitar las calles
atestadas, pero una de estas era la que yo necesitaba para llegar a donde me
alojaba. Mantuve mi mano en mi bolsillo, donde estaba el pasaporte porque eso
era, posiblemente, la única cosa importante que tenía en la vida en ese momento.
Honestamente, en cualquier tiempo y lugar, todo lo que necesito es un
pasaporte. Al final, encontré mi albergue, una cena, un espectáculo de
flamenco, etc. Encontré mi camino y elegí tener mis propias experiencias.
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